Llaman con insistencia, pero es demasiado tarde, el marido avala: no os conozco. El Esposo es el Señor, y el tiempo de retraso de su arribada es el tiempo que Él se nos da, con misericordia y paciencia, antes de su llegada final, tiempo de la vigilancia; tiempo en que tenemos que mantener encendidas las lámparas de la fe, de la esperanza y de la